viernes, 28 de diciembre de 2012

USAIN BOLT ESTRELLA INVITADA DE LA MEDIA 2013

Después de todo un año en que las entradas al blog han sido escasas e insípidas, este último mes me estoy prodigando si no en calidad, al menos en cantidad.
Pero esta entrada es distinta a las anteriores porque es algo que nos atañe a todos, y no solo me estoy refiriendo a los socios del Club Atletismo Barbastro sino al conjunto de la ciudadanía de la Comarca del Somontano.
Y es que esta semana, tras una ardua reunión en que se valoraron los pros y los contras de la difusión de la noticia deportiva más impactante del próximo año en la provincia de Huesca, la Junta del Club Atletismo Barbastro decidió por una amplia mayoría de votos hacer público que Usaint Bolt, recordman del mundo en 100 metros lisos y actualmente el atleta más mediático del planeta, va a ser la ESTRELLA INVITADA DE LA 21 EDICIÓN DE LA MEDIA MARATÓN RUTA VINO SOMONTANO.
Posible cartel de la Media de 2013
Y lo más curioso del caso es que fue el propio atleta quien se ofreció.
Todo comenzó, según contó Usaint a Fernando Torres cuando se puso en contacto con él a través de Facebook, en el mes de marzo pasado, cuando estaba navegando por la red y por casualidad entró en la página web de nuestro club:
“- No podía creer lo que veía. Un club tan pequeño y todas las semanas tenían presencia en competiciones y se llevaban medallas. Traduje la página al inglés y me moví por distintos meses. Me quedé alucinando al ver que ni siquiera tenían pistas de atletismo. ¡Todas las semanas compiten y no tienen pistas para entrenar, es increíble! Me dije que tenía que hacer algo por este humilde club y fue cuando descubrí la importancia de su media maratón y como cada año invitaban a un gran atleta, como Martín Fiz. A través de mi representante me puse en contacto con Fernando y en Septiembre de 2013 estaré corriendo con todos vosotros”
Presentación en Londres ante los medios barbastrenses
Estas declaraciones las hizo Usaint durante una presentación que se realizó en Londres en el transcurso de los Juegos Olímpicos. Hasta allí se desplazaron Fernando Torres, Javier Sampedro y periodistas de los principales medios locales que fueron testigos de la firma por parte del atleta y que prometieron no dar la noticia hasta que el Club lo decidiera.
También se le preguntó a Usaint si pensaba disputar la Media Maratón a lo que respondió:
“-¿Correr 21 km? No, no, mi intención es ir charlando y haciéndome fotos con los corredores. Yo he venido para echar una mano al club y me lo tomaré con tranquilidad. La fecha me viene muy bien porque he terminado la temporada al aire libre y aún falta para la pista cubierta.”
Tras el contacto por Facebook en que se acordó que la presencia del atleta sería para 2013, hubo un primer encuentro en Abril en Madrid durante la disputa de la Maratón, en la que participó nuestro presidente.
Primer cara a cara en la Maratón de Madrid
Como todo era muy precipitado y no había que perder la ocasión, se encargó a nuestro suministrador de ropa deportiva Barri que hiciera dos camisetas iguales de presentación de la Media Maratón, una para 2012 y otra para 2013, cambiando sólo las fechas, ya que también estaba pendiente la presentación de la Media 2012 con Abel Antón y Martín Fiz.
Luego en Londres se produjo la firma del compromiso por ambas partes. Cabe destacar que Usaint Bolt no va a cobrar nada por su participación, solamente el viaje y la estancia correrán a cargo del Club.
Tras la Maratón, presentación de la camiseta en Madrid
Para la presentación en Londres también se improvisó un cartel hecho por mí que decorara la mesa y que no creo que quede como el definitivo, como me pasa siempre.
A partir del próximo 1 de Enero esta noticia se difundirá por todos los medios de comunicación locales, autonómicos y nacionales con la esperanza de que la edición nº 21 de la Media Maratón Ruta Vino del Somontano sea un éxito sin precedentes.
También se informará de que a partir de ese mismo día 1 todo aquel que quiera correr junto a Usaint Bolt podrá guardar plaza mandando al correo electrónico del Club sus datos completos y posiblemente una pequeña fianza.
Aún quedó tiempo para el turismo. En la foto junto al inolvidable Harry Potter
Y con esto, informados y entusiastas lectores, vosotros sois los primeros en recibir una noticia que dará mucho que hablar a lo largo de todo el año que viene.
Hasta pronto amigos.





martes, 25 de diciembre de 2012

HISTORIA DE UNA POSTAL


Feliz Navidad queridos y nunca suficientemente venerados seguidores de este blog.
Muchos de vosotros, por no decir la mayoría, por no decir todos, sois miembros del Club Atletismo Barbastro, y seguro que también alguno de vosotros ha subido al Pueyo en la tradicional subida del primer Domingo del año. Y si sois miembros del Club este año habéis recibido una estupenda postal de felicitación de la Navidad basada en una foto realizada en una de estas tradicionales subidas. Y como además es posible que estéis presentes en la fotografía, seguro que muchos os preguntaréis en qué año subisteis al Pueyo nevando como aparece en la postal.
Tranquilos queridos seguidores que todo tiene una tecnológica explicación:
La postal es fruto de la manipulación digital. Y lo digo porque yo he sido el manipulador y para prueba os dejo más abajo ambas fotografías para que podáis comparar y no tengáis que romperos más los cascos buscando la foto nevada de marras.
Hasta pronto amigos y Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo


Foto original
Foto convertida en postal




domingo, 16 de diciembre de 2012

MEDIA MARATON DE SALOU 2012 O COMO SE CORRE EN PRIMAVERA ESTANDO EN OTOÑO.

Después de tanto tiempo sin acercarme a esta página digital y cuando uno menos se lo espera surgen las oportunidades de manteneros informados, mis más de diez mil amados y respetados lectores, de los entretenidos relatos que acerca de mis exiguas andanzas corredoras me gusta compartir con vosotros.
Logo de la Media Maratón de Salou
Tras el éxito que supuso el año pasado el viaje que el Club organizó a la Media Maratón de Salou, en la Junta pensábamos que en esta edición habría overbooking y que seguramente tendríamos que contratar un autobús de 60 plazas, por lo menos, en lugar del minibús que nos llevó. Es bien sabido que para pertenecer a la junta de un club pequeño como el nuestro el optimismo y el entusiasmo son partes, no sólo fundamentales, sino imprescindibles para afrontar el devenir de los acontecimientos que acontecen a lo largo de los mandatos. Pero en este caso hemos caído en la euforia y cual modernos Cenicientas a los que las campanadas han pillado en el baile, el macroautobús se ha convertido en un turismo y el overbooking de participantes en los cuatro ocupantes del coche y otros cuatro más que han hecho el viaje con sus respectivas familias.
Pero no todo ha de ser malo. Por el contrario, el tiempo meteorológico, que el año pasado nos recibió con un aire frío impropio del lugar, este año ha sido soleado y primaveral, con una temperatura perfecta para correr y que ha propiciado que el público se acercase a animar y ha dado ambiente y color a la carrera.
Con un recorrido similar pero con salida y llegada en el polideportivo municipal lo preámbulos han sido los esperados:
Salida de Barbastro a la hora convenida.
Trayecto amenizado por el torrente verbal de Gregorio Puy que ha hecho innecesaria la búsqueda de emisoras para mantener despierto al conductor.
Llegada a Salou y visita, para calentar el estómago, a una cafetería frecuentada por jóvenes noctámbulos que nos miraban asombrados detrás de sus vidriosos ojos.
Varias vueltas por Salou hasta que hemos encontrado el polideportivo.
Evacuación del café tomado minutos antes y ya de paso, de todo lo que obstaculizaba su paso a través de los intestinos.
Encuentro con el resto de compañeros de Barbastro, reparto de dorsales y para el coche a cambiarse.
Lo que tiene viajar con alguien informado es que no se le pasa nada. Acabábamos de cambiarnos cuando Presi Torres ha parado a un muchacho bien plantado que venía calentando con sus amiguetes por la calle. Le ha pedido hacerse una foto, a lo que muy amablemente ha accedido y nos ha invitado al resto a unirnos a la instantánea. Por educación nos hemos colocado todos y sonreído como mandan los cánones. Después el joven ha seguido con su calentamiento y cuando ya no podía oírnos le hemos preguntado a Presi quién era. ¡Pues nada menos que Jaume Leiva, campeón de España de medio maratón y mundialista con la selección! Vamos, la Estrella Invitada a esta carrera. Qué nivel tiene nuestro Presidente.
Presi Torres, Jaume Leiva, Gregorio, Servidor y Josemari
Después nos hemos ido de nuevo al polideportivo a hacernos la foto oficial con el resto de compis y estando allí en faena ha aparecido Nuria Sierra, que también ha querido unirse a la foto oficial. A esta chica le tienta nuestro Club, se le nota a la legua.
Foto oficial
Foto oficial con Nuria Sierra
Más calentamiento, la última micción de los nervios y para la línea de salida que está a punto de empezar la fiesta.
La idea primigenia era ir tranquilito y acabar en 1,45 como en Barbastro, que acabé de fábula y muy satisfecho. Pero como correr es un deporte individual que se practica mejor en grupo, habíamos hablado Josemari Andreu y servidor de ir juntos durante el transcurrir de la prueba con la sana intención de darnos mutua compañía y conversación, con la condición de ir tranquilos y relajados como si de una salida dominical al uso se tratara.
Pero una vez se dio el pistoletazo de salida, Josemari se transmutó de corredor popular en atleta de élite e imprimió un ritmo a la prueba que me llevó con la lengua arrastro durante los 21,1 km. Sólo mi depurada técnica de carrera y mi infinita capacidad para el sufrimiento me permitió acabar en condiciones aceptables con una marca de 1,40 tiempo real y 1,41 tiempo oficial. Al menos Josemari hizo mejor marca personal. El año pasado acompañé a Paco Ornitorrinco y también hizo mejor marca. Tendré que plantearme lo de hacerme APMGM (Acompañante Profesional para Mejora Garantizada de Marca) una profesión con un futuro brillante.
Después la recogida de la mochila del corredor, la entrega del chip y la reconfortante ducha en esos testosteronados vestuarios atestados de musculados atletas, unos sudorosos y otros ya refrescados, que comparten ducha con una fraternal camaradería a pesar de ser unos verdaderos extraños. Y es que nada une tanto como la igualatoria desnudez.
Como este año venía Gregorio, que el Club mojase era cosa cantada. Así fue, se llevó el primero de su categoría, más de 40 años, con un tiempazo de 1,17. Olé por Gregorio.
Camino del restaurante que sacie nuestra voracidad
Ya que dentro del éxito del año pasado estaba el Gran Buffet Cambrills, el restaurante donde nos atiborramos a dos carrillos, y si no que se lo pregunten al conductor del autobús; estaba convencido de que este año repetiríamos. Pero el conductor tenía otros planes para nuestro sistema digestivo. En lugar de acudir al Tenedor, como popularmente se le llama al Gran Buffet, decidió llevarnos al Club Náutico de Cambrills, que en lugar de un Tenedor debe tener dos o tres porque el lugar destilaba un lujo para el que, al menos yo, no estoy preparado. 
Estilazo se mire
Por donde se mire










Todo muy sabroso, exquisito habría que señalar, pero las raciones un poco escasas si vienes de correr 21 km y esperabas comer de buffet. Pero es lo que tienen estos sitios, te sirven las patatas fritas en vaso y sacan un minijardín zen donde las piedras están rellenas de patata y se comen.
Jardín japonés? No, piedras que se comen.
Luego la fideuá y la paella de la Señorita Pepis, que para eso estamos casi en Navidad y por último los cafés, aunque nuestra expresión no debía dejar lugar a dudas porque nos regalaron el postre: minizumo en minibotellín de sabor indescriptible, galletita rellena caramelizada y piruleta de leche condensada. Para flipar. Eso sí, el servicio impecable. Pero no está hecha la miel para la boca del burro, y yo soy muy burro y cuando salgo a comer fuera de casa me gusta llenarme y dejarme de florituras estilísticograstronómicas, o como acertadamente apuntó uno de los comensales, comiendo fuera de Barbastro pido chiretas. Yo soy "asín".
Después de comer, aunque yo hubiera repetido de todo.
Disfrutamos del paseo hasta el coche de una tarde tan primaveral y cálida como la mañana y enfilamos la carretera de camino a casa.
En este punto tengo que decir que me quedé dormido con sol y me desperté a oscuras, lloviendo y con el húmedo y frío otoño que estamos teniendo este año.
Me dejaron en la puerta de casa y hasta aquí ha llegado el día de la Media de Salou, una carrera que a pesar del perfil duro que presenta se corre con más facilidad de la esperada, que siempre es de agradecer.
Hasta pronto amigos.









lunes, 10 de diciembre de 2012

CASTILLAZUELO EL PUEYO. RUN PARTY 2012



¡Ay, queridos lectores de este empobrecido blog! ¡Cómo abuso de vuestra infinita paciencia con mis cada vez más exiguos escritos! Ya no puedo seguir engañándoos con la promesa de una entrada semanal, porque ese puente hace tiempo que lo he quemado. Me queda el consuelo de vuestra demostrada fidelidad a pesar de mis continuos desplantes, y a ella me agarro para endosaros otra crónica de mis insulsas correrías pedestres, esta vez en la cercana localidad de Castillazuelo...
Cartel del evento
Amaneció el día de la Inmaculada con un radiante sol de Otoño que presagiaba una gran jornada atlética, sólo que el cierzo, que también quería participar, hizo acto de presencia y a la vez que ondeaba banderas nos hacía tiritar de frío.
Flanqueado por glorias y leyendas de nuestro deporte
Ahora, por motivos laborales, estoy un poco desligado del Club y eso hizo que para cuando llegué a Castillazuelo, ya estuviera todo montado y organizado. Y muy bien, dicho sea de paso.
En la recogida de dorsales me empecé a dar cuenta de que el ambiente que se respiraba no era el típico de una carrera, en las conversaciones que escuchaba no se hablaba ni de tiempos, ni de marcas, ni de preparaciones...Qué raro!
En la salida, cogiendo ritmo
Al contrario de eso, oía a gente de Monzón hablando con gente de Barbastro y preguntándose unos a otros qué tal estaban, cómo les iba la vida, qué bueno encontrarse aquí y no en un entierro...
¿Qué pasa aquí? ¿Esto no es una carrera?
¡NO! ¡ESTO ES UNA FIESTA! ¡LA CASTILLAZUELO EL PUEYO RUN PARTY 2012!
Eso es así y el que lo niegue es que se confundió de pueblo, pero el ambiente desde la recogida de dorsales hasta que el último apagó la luz y se fue a su casa, fue el de una fiesta auténtica, con la gente haciéndose fotos sin importar el color de la camiseta, hablando y riendo todos con todos y convirtiendo esta tradicional carrera comarcal en todo un evento prenavideño que año tras año aumenta en número de participantes.
Respecto a la carrera, pues bueno, el recorrido era prácticamente el mismo de todos los años, salvo porque en la bajada se desviaba a los corredores por una senda trialera que salía desde la Plaza del Sol y enlazaba con el camino habitual unos metros más abajo. Hubo opiniones para todos los gustos: los había encantados con el cambio y en cambio, había otros a los que la puñetera trialera de las narices les parecía una petarrodillas y una tronchatobillos. Yo por respeto a los lectores no voy a dar mi opinión.
Llegando al Monasterio, y lo bien que me lo estaba pasando

Aunque el recorrido tiene una apariencia terrible, la carrera se hace lo dura que uno quiera hacerla. Yo cada año me divierto más y me canso menos, pero no me preguntéis ni por marcas ni por ritmos porque no me los miro. Esta carrera la corro por sensaciones y las sensaciones fueron muy buenas. Sí es verdad que en esta edición tomé nota de lo que vi hacer el año pasado a dos expertos en carreras de montaña como son David Bestué y Pedro Cabrero: subir la cuesta del castillo andando. Este año yo también lo hice y las piernas me fueron mucho más ligeras el resto del camino. Siempre se aprende.
Después de la carrera más risas y conversaciones, y longaniza, que también ocupa un lugar destacado en el ánimo y en el estómago de los corredores.
Enfilando a meta junto a Manolo Barras
Así pues, agradecidos seguidores de esta pluma incierta, esta ha sido más que menos mi peculiar versión de esta carrera que cada año espero con más ganas que llegue.
Hasta pronto amigos.
Gracias a Pepe Cubelos por las fotos que ilustran la crónica.

domingo, 14 de octubre de 2012

MARATON DE ZARAGOZA 2012



Cartel de la Maratón de Zaragoza
Acuden las lágrimas a mis ojos, queridos lectores, al ver la respuesta que habéis tenido con mi anterior entrada al blog. A pesar de estar dos meses sin acercarme a vuestro confortable regazo digital, no he recibido ninguna muestra de rencor ni despecho debido a mi ausencia. Como siempre, vuestra madurez abunda en la medida que la mía escasea.
Y tras esta breve pero obligada introducción, daré paso a la entrada semanal que constantemente os prometo y siempre que puedo eludo:
Como dejé anunciado a modo anuncio –valga la redundancia- la semana pasada, voy a contaros mi participación en VI Maratón de Zaragoza. Ya sabéis que desde que participé en Valencia allá por 2009 suelo correr una maratón al año, que no es bueno abusar ni de los placeres ni de los pesares. También es conocido por todos mis conocidos que desde aquella primera maratón que fue en Febrero, dije que nunca más prepararía una en invierno, y así he cumplido. Las restantes cuatro maratones que han contado con mi presencia se han celebrado en Otoño, con lo que la preparación siempre ha sido en verano, como a mi me gusta. Este año, sin embargo, andaba yo preocupado porque las maratones de Otoño se corren habitualmente en Noviembre, y temía que se resintiera la preparación debido a unas felices circunstancias familiares que han de acontecer, Dios mediante, en Octubre. Pero sin comerlo ni beberlo, la organización de la Maratón de Zaragoza decide adelantar la fecha de celebración y hacerla coincidir con la Media de Barbastro, con el consiguiente revuelo producido y que huelga insistir en el mismo ya que se resolvió de manera satisfactoria para todos. Así que de pensar en no correr maratón este año, me encuentro con una cerquita de casa el 30 de Septiembre, una semana después de la media de aquí, que encima me podía servir de último entrenamiento de calidad. Pues miel sobre hojuelas, a prepararla se ha dicho. Sondeando a los compis que participan en maratones me doy cuenta que fecha tan cercana al verano no convence a nadie; pero en estas, Michel Bielsa me dice que él si va a participar y que Josemari Lacoma le ha preparado un entrenamiento con el objetivo de terminarla pues es su primera maratón y no quiere arriesgar. Yo esta temporada me la he tomado de “correr sin sudar” y la idea de preparar una maratón sólo para acabarla me parece de lo más atractiva. Nos ponemos de acuerdo para correr los domingos y hacer juntos la salida larga semanal y de esta manera comentar cómo van los entrenamientos. A veces nos acompañan otros compañeros como Juli, Pedro Cabrero, Miguel Jordán y alguno más que me olvido y pido que me perdone. Ni que decir tiene que el verano se me ha pasado volando y que al poder disponer de las mañanas para entrenar no he sufrido los rigores del estío, principal excusa que han puesto los que no han ido a esta maratón.
La preparación transcurrió en su justa medida y me planté en la salida de la Media de Barbastro con la seguridad de que podía terminar la maratón en menos de 3,45. Cuando al acabar la carrera en 1,45 vi que me quedaban ganas de seguir corriendo me quedé muy tranquilo y satisfecho del trabajo realizado a lo largo del verano.
¡Ignorante de mí!
El dorsal personalizado.
La semana fue normalita, con dos entrenamientos suaves, el último con Michel para terminar de ajustar los preparativos previos al día de la maratón, pero el jueves el tiempo cambió y el viernes llovió, y en algún momento de esos días me acatarré, porque el sábado me desperté con una congestión de anuncio, de esas que te ponen la cara abotargada, de las que parece que el entrecejo te va a estallar y tu nariz se asemeja a un torrente brioso de montaña. ¿En estas condiciones se puede correr una maratón? Si hubiese sido alguna carrera de las que organizamos en el Club no hubiera participado, pero después de estar todo el verano entrenando, después de hablar con Michel tanto sobre la maratón y de decirle que la correríamos juntos, la verdad es que me sabía muy mal no participar. Así que pasé todo el sábado confiando en los buenos resultados del paracetamol y prometiéndome a mí mismo que estaría en la línea de salida, quizá en la de llegada no, pero en la salida seguro que sí.
El domingo por la mañana me encontraba mejor pero no curado. Cogí la bolsa y acudí al punto de encuentro con Michel, con su hermano que además de llevarnos iba a correr la 10k, y con Gregorio Puy que iba de espectador, con lo que tendríamos Radio Atletismo en la ida y en la vuelta.
La parte de atrás del dorsal, con el chip incorporado.
Con la hora bajo control llegamos a Zaragoza en un desplazamiento por la autovía que no merece mayores comentarios. Es en Zaragoza donde las cosas empiezan a tomar un cariz más peculiar. Había quedado Michel en recoger a otro corredor, amigo del que nos cogió los dorsales y que venía de Alcolea y no conocía muy bien la ciudad. El punto de encuentro era la línea de meta junto a la Expo. Llegados al lugar y puestos en contacto telefónico con el susodicho resulta que estábamos muy cerca pero no teníamos contacto visual. Primero le invitamos a él a moverse hacia nosotros, y transcurrido un tiempo prudencial sin que apareciera y diciéndonos nuevamente lo cerca que estaba, nos movimos nosotros con el mismo resultado negativo. A todo esto, y los que alguna vez han compartido carrera conmigo lo saben de sobras, mi estado de nerviosismo iba aumentando de manera exponencial puesto que el tiempo iba pasando y se nos echaba la hora encima, además de arrastrar casi desde que pasáramos Huesca unas ganas de miccionar que me estaban poniendo la vejiga como un balón de Nivea –reacción propia del estado nervioso por la carrera y por el catarro, conviene aclarar-
Por último se decidió quedar en un punto neutral pero conocido por ambos, la estación del AVE y allí nos encaminamos raudamente mientras por mi cabeza sólo pasaba una letanía que decía: no llegamos a tiempo, no llegamos a tiempo...
Aún tuvieron que pasar unos breves pero larguísimos minutos antes de que nos encontráramos con el compañero de Alcolea y una vez echas las salutaciones que dicta la cortesía habitual en estas circunstancias tomamos de nuevo el camino hacia la meta para que dejara el coche y se viniera con nosotros. Y mi cabeza seguía repitiendo: no llegamos a tiempo, no llegamos a tiempo...
Cuando todos estábamos montados y enfilábamos a la salida nos asaltó otra duda: ¿Estarían cortadas las calles debido a la hora que era?
Decidimos arriesgarnos y ponernos en contacto con quien nos guardaba los dorsales para no perder un tiempo que ya nos escaseaba: no llegamos a tiempo, no llegamos a tiempo...
Por suerte este punto de encuentro fue más sencillo de encontrar, como su propio nombre indica y el intercambio de saludos, dorsales y despedidas con el hermano de Michel, que tenía que volver a la salida porque el 10k se corría por esa zona, fue más rápido de lo que hubiéramos querido.
El ambiente en el rebautizado parque de Jose Antonio Labordeta era de gran carrera, con gente trotando, gente acompañando, los voluntarios dando indicaciones... ¿Indicaciones? ¿Nos podría decir donde podemos cambiarnos?
-Polideportivo Salduba- Pues para allí que vamos.
En el polideportivo entraba y salía gente sin parar, y una larga fila de corredores con sus bolsas que lo atravesaba hasta la mitad de la pista de baloncesto llamó mi atención. Como la curiosidad me puede, le pregunté al último, al “último de la fila”, lo pilláis?...Bueno le pregunté que para que esperaban y me contestó que para ir al baño. ¡Ir al baño, pero si me estoy meando y no me acordaba! La inflamación de mi pelvis casi era perceptible a simple vista, pero no era el momento para desahogos, sino para cambiarse. Amontonados junto a otros corredores nos pusimos el equipo del Club, el dorsal, la vaselina y no disponíamos a abandonar el vestuario, yo asumiendo que iba a esperar un buen rato antes de poder estar frente a un retrete, cuando veo a Michel que sale de un lateral donde había no uno, sino dos retretes! Ole, ole y ole, dejo la bolsa y hago lo que tendría que haber hecho una hora antes como mínimo.
Camiseta y medalla de llegador
Más ligeros y satisfechos vamos en busca de los camiones del Ejército que han de llevarnos las bolsas a línea de meta, nos ponemos en la cola, las entregamos y nos dirigimos a colocarnos en la salida porque son las 8,25 y en cinco minutos empieza la Maratón de Zaragoza. Ni foto con Martín Fiz, ni foto de grupo ni nada de nada, escasamente nos colocamos y ¡pum! A correr se ha dicho.
Con Michel al momento de dar la salida.
Nos unimos al globo de 3,45 con la idea de aguantar tres cuartos de carrera y luego apretar si procedía. Sin embargo, llevando 2 km recorridos, mi cuerpo ya me dijo que yo no aguantaría ese ritmo, y es que a pesar del fresco reinante y de que íbamos cobijados por las sombras del parque yo estaba empapado en sudor, ese sudor frío que no es fruto del esfuerzo sino un aviso de que te andes con cuidado que las cosas no están tan bien como te crees. Con esta premisa mi objetivo fue claro: aguantar mientras se pueda y ya se verá después.
En el km 14 otro aviso de mi cuerpo: tuve que parar a orinar, algo que nunca antes había tenido que hacer en ninguna carrera. Se lo dije a Michel, le deseé buena suerte y que ya nos veríamos en meta. Me paré, hice lo que había ido a hacer y me incorporé a la Maratón antes de lo que imaginaba y a lo lejos vi al grupo de 3,45. Cabezón y garrulo como soy se me metió entre ceja y ceja alcanzarlo, aún a sabiendas de que ese sobreesfuerzo lo pagaría caro, y más con los avisos que ya había recibido. Pero ni por esas me retuve y en cosa de 4 km más o menos ya estaba con ellos. Michel se alegró de verme, yo también de verlo a él pero cabreándome conmigo por ser tan inconsciente.
El gel que me tomé en el km 27 cuando empecé a sentir necesidad de alimento me sirvió de poco porque aguanté hasta el km 28 a ese ritmo, después, como sucede en estos casos me dio la impresión de que el grupo apretaba, pero mirándome el Garmin vi que no, que no era el grupo quien tiraba sino yo el que ya no iba. Pues aún he aguantado más de lo previsto, yo esperaba caer recién pasada la media maratón.
Hice una rápida evaluación de mi precaria situación:
-No estaba para seguir al globo de 3,45 pero tampoco para abandonar.
-Sólo quedaban 14 km, como muchas de mis salidas por La Boquera.
-Si encontraba un ritmo que fuera lo suficientemente cómodo y me hidrataba y comía podría llegar a meta.
Dicho y hecho. Bajé de ritmo hasta que estuve cómodo y dejé que pasaran los km preocupándome exclusivamente de comer y beber para aguantar hasta meta. En el km 37 di buena cuenta de otro sobre de gel y llegando al 40 me encontraba tan recuperado como para hacer los dos últimos km por debajo de 5 minutos el km, de manera que mi entrada en la recta de meta no reflejara lo que llevaba por dentro. Al final el tiempo tampoco fue tan catastrófico como cabía esperar: 3,52 tiempo oficial y 3,51 tiempo real.
Dos fotos de mi llegada a meta
Recogida de bolsa, ducha, llamada para quedar con Michel, su hermano y Gregorio, y para casa. ¡Ostras, que no nos hemos hecho foto de grupo!
-Pues para la próxima, que esta ya se ha acabado-

Zaragoza es Zaragoza y es difícil de cambiar, aunque algo van intentando:
-Los primeros 15 km fueron por el parque, cosa que al principio sorprende, pero que cuando te sacan de allí después de recorrerlo a lo largo y a lo ancho llevas casi media carrera hecha, que tampoco está tan mal.
-Los avituallamientos estaban muy bien surtidos, tanto de fruta como de agua e isotónica, además de puestos de esponjas.
-El recorrido era sinuoso hasta la extenuación, pasando por el casco viejo por calles en las que casi había que ir en fila india.
-Sin embargo, los zaragozanos salieron animar y estaban en todos los puntos importantes y en muchas zonas en las que no esperas público. Chapeau por esto.
-No es una maratón que sea fácil hacer marca, como tampoco lo es nuestra media, pero es la de casa y creo que debemos apoyarla, aunque como pasa en las mejores familias siempre estemos de morros con ellos.
No era mi intención extenderme y creo que lo he conseguido.
Hasta pronto amigos.
Diploma recordatorio

Clasificación absoluta
Clasificación por categoría, con Michel arriba del todo





miércoles, 3 de octubre de 2012

¿QUEDA ALGUIEN AHÍ?


Un fuerte abrazo abnegados lectores, que habéis soportado estoicamente mi estival ausencia del mundo del blog rural. No creáis que durante todo este tiempo no he pensado en vosotros, que lo he hecho, y mucho; sobre todo cada noche al acostarme cuando mi conciencia me aguijoneaba el alma recordándome que me había pasado otro día dedicado al “dolce far niente” mientras vosotros, dedicados seguidores, visitabais una y otra vez el blog con la ilusoria esperanza de encontrar un entrada nueva que refrescara la sofocante canícula que se ha cernido sobre nuestras cabezas. Y frente a tanta abnegación y dedicación, quien esto escribe sólo ha sido capaz de dejar un rotulillo de “cerrado por vacaciones”. ¿Qué más ha de pasar para darme cuenta de todo lo que os debo – a nivel emocional, se entiende- y tomar de una vez por todas la sana costumbre de hacer una entrada semanal cueste lo que cueste, que es lo que me propuse al principio de este blog?
-No os precipitéis para contestarme, mantenedme en la más incierta incertidumbre siguiendo mi detestable ejemplo-
Aprovechando una ráfaga de creatividad tras una prolongada siesta en un sofá de escay, se me ocurrió que una buena forma de reiniciar mi contacto con el blog sería hacer un balance/resumen de lo que había sido el verano...
 Pero como estamos en Octubre y ponerse ahora a contar batallitas calenturientas –por las fechas que remito- no parece lo más apropiado, os dejo con un breve álbum fotográfico que resume lo que ha sido mi verano de 2012.

¿Con la muerte en los talones? No, La Vieja Guardia en la ruta de la Torre de los Escolapios

Con Juli...
...y con Michel, compañeros de entreno durante todo el verano

En Borja se montó un Cristo con el Ecce Homo.


INIESTALLONE, un héroe de la eurocopa.
Lance Armstrong, primero el mejor ciclista de todos los tiempos y ahora lo peor de lo peor. Cuanta hipocresía nos tenemos que comer! 






















Usaint Bolt, el Rey del Atletismo en los JJOO de Londres.

Michael Phelps, como Bolt pero pasado por agua.
Teresa Perales, que nosotros también tuvimos una Reina aragonesa en Londres.

El Pueyo de Araguas con la Peña Montañesa al fondo, bucólica imagen de mis vacaciones en Ainsa.

El stand del Club de Atletismo Barbastro en la Ferma.
En la Media de Barbastro, acompañando a Iván con el globo de1, 45

¡Vaya trío! Entre los tres sumamos casi siglo y medio  de edad, y de km ni os cuento!
 Pues este ha sido mi verano resumidito. La semana que viene hablaremos de la Maratón de zaragoza.
Hasta pronto amigos





martes, 19 de junio de 2012

EL TURBON MÁS TURBADOR



Hoja anunciadora de la actividad
Hola, nunca bien pagados seguidores del blog. Sé que en repetidas ocasiones os he nombrado la importancia y el impacto que un buen título tienen para despertar el ánimo lector hacia una entrada nueva, más teniendo en cuenta la amplia y variada oferta bloguera presente en el Somontano, sin ir más lejos; que si abrimos el abanico a cualquier blog relacionado con la sana afición al pedestrismo, nos encontramos con que al día le faltan horas para cubrirla, la oferta, en su totalidad. Por eso elijo para el título esos momentos tras un entrenamiento en que el cansancio todavía no ha remitido en su totalidad y el riego sanguíneo no fluye por mi cerebro con la celeridad adecuada debido a la demanda de los miembros inferiores –léase las piernas- Y me gustan esos momentos especialmente porque así doy rienda suelta a mis emociones, normalmente reprimidas por mi férreo autocontrol, y por varios avisos de denuncia por escándalo público en los que no vale la pena profundizar.
Este último domingo un variopinto grupo de corredores tuvimos la suerte y el privilegio de subir hasta la cima del Turbón, a 2492 m. de altura, sabiamente dirigidos por Josemari Lacoma y acompañados por expertos y eficaces corredores/montañeros como los hermanos Subías y Paco Jordán, como ejemplos más sobresalientes. Después de pasar cuatro horas serpenteando por esa imponente mole caliza y reconfortado en casa por una refrescante ducha, el título que encabeza esta entrada vino hacia mi mente como una luz en la oscuridad, como un faro en medio de la tormenta. Claro que viéndolo dos días después, ya relajado y más tranquilo, pienso que a pesar del rico léxico con que nuestro idioma nos obsequia, me parece que no acerté a dar con las palabras exactas que debían transmitir mis sentimientos de respeto y euforia, a partes iguales, hacia esta montaña.
Y tras esta breve pero necesaria aclaración que espero deje despejadas las dudas suscitadas por la cacofonía del encabezamiento paso a relatar de manera igual de sucinta el magnífico día que pasamos subiendo hasta el Turbón.
Las 7:00 de la mañana era la hora y la puerta del Club Atletismo Barbastro el lugar elegidos por Josemari para emprender la salida hacia el Macizo del Turbón, actividad abierta a todos los interesados que era el colofón de la 3ª Edición de la Escuela de Corredores que el propio Josemari desarrolla de manera brillante desde hace tres años.
Una vez estuvimos repartidos por todos lo vehículos pusimos rumbo a Campo, desde donde nos desviamos hacia Serrate y antes de llegar a este pueblo volvimos a hacerlo hasta alcanzar el punto convenido para iniciar la marcha. Con un Sol espléndido sobre nuestras cabezas Josemari nos aleccionó sobre equipación, alimentación y bebidas adecuadas para que todos estuviéramos bien preparados y evitar disgustos y berrinches irreparables a última hora; y con estas premisas bien aprendidas tomamos el camino que nuestros GPS Garmin Forerunner 305 nos indicaban.
Preparando la salida hacia el Turbón
Enseguida el camino se tornó aburrido y monótono, y como parte de la actividad consistía en degustar ritmos y terrenos diversos, Josemari nos desvió por una pedriza casi vertical que debíamos subir para ganar más altura en menos distancia. Ni que decir tiene que recibimos la noticia con alborozo y que los posteriores resbalones que en mayor o menor medida todos disfrutamos dando con nuestros huesos en el mullido colchón pétreo de la susodicha pedriza no hicieron sino aumentar la alegría y el jolgorio grupal.
Con Fran subiendo por una de las pedrizas.
Una vez todos de nuevo en el camino y para no bajar los ánimos se nos propuso hacer un tramo corriendo, que a fin de cuentas es el deporte que nos une, y con disciplina marcial obedecimos mientras la escasez de oxígeno, propia de las tierras altas, se iba manifestando en resuellos y estertores con un volumen más alto del habitual. Tras otra pedriza tan cachonda como la primera y otro tramo corriendo que puso nuestro sistema pulmonar cerca de las orejas llegamos a la fuente o abrevadero, según sea bípedo o cuadrúpedo el sujeto que quiera aplacar la sed ya que para ambos está preparado este singular manantial. En este punto Josemari nos invitó a beber y a llenar las cantimploras ya que no hay más fuentes a partir de ahí. También repartió sales minerales para echar al agua y evitar los sinsabores que una colitis a destiempo puede provocar.
Reponiendo fuerzas y agua en la fuente.
Y ahora sí, encaramos el Turbón que se alzaba majestuoso frente a nosotros. No obstante aún hubo tiempo de hacernos una foto grupal bajo la señal que indicaba la ruta a seguir y que la experiencia de los fotógrafos y la buena animosidad de los participantes hizo que todos saliéramos favorecidos.
Encaminandonos hacia el punto de fotografia.
¡Que posado más profesional!
Y ahora sí, encaramos el Turbón que se alzaba majestuoso frente a nosotros, pero esta vez de verdad. Encabezaba la expedición Josemari y uno tras otro, en fila india, íbamos siguiendo sus pasos. En realidad cada uno seguía los de su antecesor, y si este se tropezaba, pues a tropezar se ha dicho que no hay que ser más que nadie. El único que se permitía licencias en el camino a seguir era Javi Subías, que debe tener algún tipo de acuerdo con el Turbón, porque llevaba la misma velocidad cara arriba que cara abajo y ni variaba su expresión ni manifestaba esfuerzo alguno y lo mismo estaba hablando con Josemari arriba del todo, o disparando su cámara a un lado de la senda, o abajo del todo acompañando a una pareja amiga.
Serpenteando por la ladera en fila india.
Culebreando por la ladera llegamos al collado, donde se nos brindaban unas vistas magníficas a ambos lados del Turbón. Tras recrear la vista unos instantes tomamos la cresta que lleva a la cima y allí hicimos parada y fonda.
Lo cierto es que yo venía arrastrando una cierta incomodidad desde que salimos de la fuente, y no debido a la desmineralización de sus aguas, que prudentemente no quise paladear, sino a un paulatino aumento del deseo de miccionar. Como sucede habitualmente al principio no se le da importancia pero poco a poco se va convirtiendo en pensamiento único. Lo árido y despoblado de vegetación de la zona me impedía esconderme tras un arbusto y habiendo presencia femenina no parecía apropiado girarme simplemente a un lado para desfogarme. Arriba en el collado me vino a la cabeza que sin mujeres seguramente nos abríamos puesto en fila y envueltos en compadreo y camaradería varonil habríamos emulado algunas de las más famosas cataratas que embellecen nuestro planeta. Huelga decir que estos pensamientos no me tranquilizaban en absoluto.
Momento del ágape, compartiendo bocadillo.
Hollada la cima me aposenté en un lugar privilegiado sobre el punto geodésico que da fe de la altura del lugar y procedí a avituallarme a la manera tradicional, es decir, con un bocadillo de longaniza. Si bien Josemari había recomendado comida ligera porque la ruta era corta y al mediodía estaríamos en casa, cualquiera que halla subido más allá de un décimo piso sabe que la montaña da hambre, y que comerse un bocadillo en el monte es un placer sólo superado por unas costillas a la brasa, también en el campo, y a ser posible con leña de carrasca. De manera natural se formaron dos grupos: por un lado los que habían traído el menú astronauta consistente en geles de glucosa, barritas integrales, galletitas proteicas y otras delicias de la dieta N.A.S.A.; y por otro lado los que confiamos en el bocata de toda la vida de fiambre con el pan untado de tomate y regado, aunque no era el caso, con el fresco tintorro de una bota de vino. Sin que mi intención sea presumir, podéis imaginar entregados lectores quién miraba con deseo la comida de quién. Como la edad nos hace previsores, yo guardaba un bocadillo de pechuga de pavo con queso en la recámara de mi mochila y viendo que el de longaniza iba a ser suficiente manduca para satisfacer mi voracidad, no dudé en donar el sobrante, que fue recibido con algarabía por mi compañera de al lado y por los demás comensales que se ofrecieron a degustarlo.
Foto oficial de la subida al Turbón
Con los estómagos saciados inmortalizamos el momento en una bella estampa fotográfica y procedimos a iniciar el regreso a los coches. Josemari nos señaló un refugio al pie de la ladera como punto de encuentro y nos dejó manga ancha para que cada uno bajase como supiese, pudiese o Dios le diera a entender. Ana Barras, en un gesto de compañerismo muy de agradecer, me ofreció sus bastones para facilitarme el descenso y no me lo pensé dos veces antes de aceptar. 
Iniciando el descenso junto a Miguel Echo
Aún no había alcanzado yo el collado cuando los más avezados en carreras de montaña estaban ya cerca del refugio. Gracias a los bastones evité caerme varias veces, no todas, y si me hubieran ofrecido bautizar esa senda después de bajarla el nombre que más la definiría sería “RODOLONES”. 
Vertiginoso descenso
Poco a poco fuimos llegando al refugio, mi menda en la grata compañía de Miguel Echo, y allí comentamos las vicisitudes del descenso y lo lejos que se veía ahora el collado. Cuando todos estuvimos dispuestos y nuestras piernas ya sólo obedecían a su instinto primario Josemari propuso un ritmo alegre hasta la fuente donde poder recargar las vacías cantimploras. La visión del chorro manando y salpicando sobre el abrevadero no hizo sino traer hacia mi vejiga las peores sensaciones. Ahora había arbustos, pero mi natural pudor me impedía alejarme del grupo para orinar, por un malentendido sentido del qué dirán, por la prisa que todos tenían de bajar a los coches para volver pronto a casa y por el miedo que me producía quedarme solo en medio de tan inmensa montaña. A pesar de lo dolorido de las piernas, salimos cara abajo como si nos fuéramos sin pagar, todos tras Josemari, lo que me hizo pensar que quizá no era yo el único que tenía canguelo de quedarse solo. Cuando llegamos a una de las pedrizas de la subida, Josemari nos retó a bajarla en lugar de seguir el camino natural. Los más aventureros se lanzaron con arrojo hacia las piedras, pero con la vejiga como un balón de Nivea y las piernas como tablones, no me pareció prudente dar un húmedo y triste espectáculo cayendo entre una ola de cantos mojados en caso de fallarme el pie, cosa más que probable dado mi estado. Así que opté por la vía fácil de seguir por el camino lo más rápido posible que los espasmos abdominales que me provocaban las ganas de mear me permitían.
En los coches y mucho más tranquilo.
 De esta guisa llegué a los coches, con la agradable sorpresa de ver a un compañero venir de la parte posterior de la nave adjunta a ellos, los coches, con una cara de satisfacción que los mamíferos homínidos de género masculino reconocemos enseguida. Fuera mochila y cinturón de bebida y corriendo hacia la parte de atrás donde me llevó un buen rato quedarme tranquilo. Después todo se ve de distinto color y las risas, comentarios y chascarrillos propios de estas actividades montañeras sonaban como cascabeles a mis oídos. Estiramientos, sandía, piña y cerezas por cortesía de algunos previsores compañeros; cambio de camiseta sudada por otra seca; despedidas fraternas; a los coches y en una horita estábamos en Barbastro y cada uno en su casa.
Y terminada la ducha y todavía chorreando porque no alcanzaba a la toalla me paré a pensar en lo bien que lo habíamos pasado, las risas que nos habíamos echado, el gran esfuerzo que habíamos realizado y las ganas de volver a hacer una actividad de estas características en medio de la Naturaleza.
Hasta pronto amigos.




Inicio de la senda de ascenso.




No hay que perder la sonrisa.

Ni la esperanza, aunque el esfuerzo se prevea intenso.


Una bella imagen que lo resume todo.

Las fotografías que ilustran la entrada son por cortesía de Paco Jordán, Javi Subías, Josemari Lacoma y un servidor. Y podéis ver más y mejores en el blog del Sr. Ornitorrinco.