lunes, 30 de abril de 2012

TITANES PARA UN MEDIO




Cuán cambiante puede ser una situación dependiendo de algo tan efímero como es el salto de una semana a otra.
La pasada casi se me pasa sin nada que llevarme al blog, y sin embargo, en ésta no bien ha rayado el lunes y ya tengo notición que difundir.
Ya sé que muchos de vosotros ya conocéis la “noticia de la temporada”:
Martín Fiz y Abel Antón participarán en la 20 edición de nuestro Medio Maratón Ruta Vino del Somontano.
Foto oficial tras la firma.
Las gestiones realizadas por nuestro amado Presidente desde el año 2010 han dado por fin sus frutos y estos dos titanes del atletismo español e internacional se verán las caras y nos acompañarán en el Medio Maratón el próximo día 22 de Septiembre. Sin duda una suerte y un honor contar con estas dos leyendas vivas del atletismo.
Siguiendo los mandatos de Presi Torres de que tenemos que divulgar este evento para que desde todos los confines del mundo mundial lo conozcan y así poder reunir en Barbastro ese día al mayor número de atletas posibles, pongo a disposición de la noticia esta entrada semanal.
No sé si el cartel para el Medio Maratón está hecho, pero como dicen en la revista El Jueves: Aunque sólo hay una portada, tenemos más.
Pues eso, que aunque ninguno de estos carteles sea el oficial, aquí están para que los disfrutéis.
Hasta pronto amigos.
Un clásico para los nostálgicos


Cuando se pongan a correr va a ser tremendo.

sábado, 28 de abril de 2012

LOS VENGADORES


Hola esforzados seguidores de este humilde blog. No me cansaré de repetir lo complicado que resulta enfrentarse a la hoja en blanco cuando uno no tiene ningún asunto relacionado con el tema principal del blog. Y es que la sequía de carreras en las que voy a participar en un corto o medio espacio de tiempo es tanta que relatar mis entrenos de mantenimiento carece de emoción, de significado y hasta de sentido.
Es por eso que voy a tratar de cubrir la autobligada entrega semanal con otros temas que también me motivan. No obstante, no seguiré el camino emprendido la semana pasada dada la escasa, por no decir nula, acogida que tuvo.
Sólo con ver la foto uno se da cuenta del drama interno de los personajes
A mi me gusta el cine. Los seguidores más mayores quizá recuerden un programa de radio que estuve haciendo durante tres años en la Cadena Ser de Barbastro, “Momentos de cine”, que llenaba por completo mi tiempo libre, el que no tenía libre, el de mi familia, y que casi me cuesta el divorcio, aunque eso ahora no viene al caso. Como iba contando, este interés por el cine se centra sobre todo en el cine con mensaje, de autor, por eso ya he visto el tráiler de la película “Los vengadores”, que trata de la eterna lucha entre el bien y el mal. Película con mensaje donde las haya, una frase de este interesante film me ha hecho reflexionar:-“Si no podemos proteger La Tierra, sin duda la vengaremos”

¿Y qué tiene eso que ver conmigo, qué tipo de reflexión me ha generado?
Pues está claro, estimados seguidores, hay un claro paralelismo entre las dificultades que atraviesa el planeta Tierra en la película y las vicisitudes que está atravesando nuestro amado Club de Atletismo desde que lo despojaron de sus legítimas pistas con fútiles promesas incumplidas. Porque nosotros somos un club de atletismo sin pistas de atletismo por arrebatamiento municipal. Encima cada año nos ponen la zanahoria de las nuevas instalaciones sobre la mesa y a tragar se ha dicho.
Pues bien, el Club, de una manera quizá inconsciente, está cambiando de estrategia. Basta ya de reivindicar las pistas a través de los medios de comunicación, ha llegado el momento de...VENGARLAS!
¿Y cómo se pueden vengar unas pistas de atletismo, os preguntaréis?
La respuesta es...CON RESULTADOS!
Sí, incondicionales lectores, los buenos resultados son la mejor venganza que podemos ofrecer a esas pistas que están por venir. Resultados como los obtenidos por el equipo que fue a la maratón de Madrid, encabezados por Presi Torres (Alias CAPITAN BARBASTRO) y escoltado en primer lugar por ese fenómeno rubio llegado del planeta Ciclobike: MORENATHOR, que en su primer maratón ya pulverizó récords; y en segundo lugar por Rafa Torres, el CINCUENTON de HIERRO, que con su fuerza derriba todas las barreras que los prejuicios le imponen.
Y si hablamos de resultados no puedo dejar de mencionar al doctor Jordán, HULKTRAMAN, que ha regresado del desierto convertido en un monstruo devoraterrenos. Otro que no quiero olvidar es Javi Su, que está encontrando velocidades propias de FLASH con unos tiempos cada vez más mínimos.
Y por encima de todos ellos, Josemari, como un nuevo DR. MANHATTAN, con toda su sabiduría deportivo-universal al servicio de sus pupilos.
Nuestros grandes héroes cotidianos.
Estoy seguro de que me dejo a muchos, queridos blogueadores, a mí mismo sin ir más lejos, pero es que necesito ver esos resultados -y una foto de gran tamaño- para poder plasmar toda la gloria que este Club nos proporciona cada fin de semana.
Hasta pronto amigos.

martes, 17 de abril de 2012

DESDE LO MÁS PROFUNDO


Esta ha sido una semana curiosa, y aunque esta entrada no tiene nada que ver con ir a correr, creo que es “para echarse a correr”.
Como uno ya tiene una edad y además los antecedentes médico-familiares no son todo lo adecuados que yo deseara, mi médico de cabecera me recomendó que visitara al especialista de digestivo para que me hiciera una exploración intestinal. Lo cierto es que esta recomendación me la está haciendo mi señora desde hace casi un año, pero claro, tratándose de lo que se trata, o imaginándome de lo que se puede tratar, uno es difícil de convencer. El galeno, en un derroche de amabilidad y eficiencia -no requeridas por mi parte- debió enviarlo por vía urgente porque enseguida fui citado a dicho servicio en nuestro querido Hospital Comarcal.
Tras las preguntas de rigor para elaborar un historial en dicho departamento que se sumara a mi historial general llegó la primera sorpresa. En realidad la segunda, la primera es que no entiendo por qué tengo que repetir en cada sección hospitalaria todas mis cuitas con mi salud a lo largo de mi vida siendo que estos datos están informatizados en la red hospitalaria aragonesa, a un solo click de cualquier facultativo con acceso ésta, y que la operación de amígdalas que figura en cirugía es la misma que aparece en traumatología. No lo critico porque desconozco las causas, pero al menos me desahogo.
En lo que estaba, la segunda sorpresa fue cuando la especialista me dijo que no hacía falta que hubiera ido hasta allí porque los protocolos ha cambiado. Se supone que esta nueva información debería haberme aliviado, porque alejaba de mí la engorrosa prueba que pensaba tendría que hacerme, pero sin embargo, un escalofrío recorrió mi espalda, y es que la experiencia enseña que librarse de un marrón implica, casi al 100%, comerse otro más grande.
Los protocolos ya no son lo que eran. Antes, en un caso como el mío te daban cita para una endoscopia, estabas los dos días previos bebiendo un mejunje que no te apartaba del WC más de un par de metros de distancia por prevención higiénico-familiar; luego, llegado el día te ponían en posición –mirando a La Meca, según la nomenclatura popular-, introducían la cámara por la única abertura que no estaba fuertemente apretada, exploraban lo necesario, te mandaban a casa y al cabo del tiempo te citaban para darte los resultados. Y yo no quería ir al médico para librarme de esto...Ignorante de mí!
Ahora el protocolo, en mi caso particular, dicta que no hace falta acudir al especialista, no. El mismo médico de cabecera te prepara una hoja de análisis en la que pone que tienes que recoger durante tres días una muestra de heces, llevarla a analizar, y si todo va bien, repetir a los dos años, y sólo en el caso de que aparezca algo que pueda ser susceptible de seguir investigando, entonces te dan cita para la endoscopia. O sea, que vaya la que me ha caído.
Por si no fuera suficiente, las muestras hay que guardarlas en la nevera. Si, sí, en la nevera, no vale usar una neverita de esas portátiles e ir añadiendo hielo para mantener las heces en su punto de frescura. La temperatura tiene que ser constante. En todo caso, si fuera invierno, se pueden dejar a la intemperie, que no pasa nada, pero ahora, en primavera...A la nevera!
Lo primero, despejar el ala superior del frigorífico, la que menos se ve y aislarlo del resto con plástico y papel de plata. Ya se sabe que los botes de muestra ni traspasan ni huelen, pero sólo de saber lo que hay dentro, pues eso, todo bien aislado.
Lo segundo fue comprar un orinal. Claro, porque la idea original era hacerlo en el retrete como siempre y desde allí llevarlo al bote de muestra, pero en el retrete hay agua, y esa agua tiene cloro, y si luego sale en los resultados y los altera qué? Parezco “CSI Barbastro, El misterio de las heces”. Nada, nada, a los chinos a comprar un orinal.
Eso se dice pronto, pero es como comprar preservativos en un supermercado, que vas por el precio pero no quieres que nadie lo vea. Además yo debía poner cara rara ese día, porque la vigilante de la tienda de los chinos me seguía adonde iba, primero a coger un tuper para la nevera y guardar dentro las muestras y luego cuando me paré delante de los orinales se acercó y me preguntó: -“¿Qué color?”-
¿Qué color, cómo que qué color? que es un orinal y es para lo que es. Sí es verdad que había varios colores para elegir: azul claro, rosa, naranja, pero en ese momento yo pensaba más en el tamaño, que fuera lo suficientemente grande para no tener que añadir encima a mi problema un ejercicio de puntería instintiva.
-“Dentro más color”- Me recomendó la buena señora. Pero amablemente le dije que con los que tenía delante eran suficientes para elegir. Me hice un poco el loco hasta que unas chicas pagaron y se fueron y me quedé con el de color naranja, por aquello de que los cítricos ayudan al tránsito intestinal.
Una vez en casa desplegué todo el material adquirido para comprobar que no faltaba nada. Ahí estaba todo: Orinal, tuper, tres botes de muestra y tres palos de madera de esos que te ponen en la lengua cuando te miran la garganta, sí esos mismos palos...bueno, los mismos no, claro, sino unos de ese tipo. Pero que veáis la polivalencia de los mismos, por donde entran son útiles.
Dejé el tuper en la cocina y llevé el resto del material al baño, donde al día siguiente lo empezaría a usar. Guardados en un armario los botes y los palos tenía el orinal en la mano y me dije que porqué no ensayar la posición, así todo sería más fácil cuando tuviera que hacerlo de verdad. Puse el orinal en el suelo junto a la pared y me agaché hasta que hice tope, porque no ves dónde está, lo intuyes pero no lo ves. Esto ya me dio mala espina. La posición es incomodísima, no me extraña que sea tan difícil sacarles el pañal a los niños. Con lo bien que lo tienen ellos con sus pañales que aquí te pillo, aquí te mato y tener que adaptarse a este artilugio que te obliga a estar quieto y con las piernas tan dobladas. Pues en estas estaba cuando me di cuenta de que se me habían dormido las piernas y no podía levantarme de una manera, digamos que eficaz. Con una mano en el retrete y otra en el lavabo me impulsé pero una pierna resbaló, caí sobre ese lado arrastrando al orinal y me quedé en el suelo tumbado pensando que para solucionar este problema iba a necesitar mucha paciencia, pero mucha, mucha, mucha.
Otra cosa que se me ocurrió para evitar el efecto piernas dormidas era colocar el orinal dentro del retrete y sujetarlo con una mano para mantenerlo pegado al trasero pero no había forma de sujetar el orinal por detrás a la vez que estaba sentado, no había agujero para tanto instrumento.
También probé a poner el orinal sobre el retrete con la tapa cerrada, pero dado que mi altura no recuerda al noble y esforzado deporte del baloncesto, la posición para efectuar la muestra quedaba a medio camino entre estar de pie y estar sentado, con lo que se dificultaba la puntería, y como mi alimentación está compuesta en gran parte por frutas, verduras y demás alimentos de nuestra rica dieta mediterránea, la cantidad de fibra que acumulo al cabo del día propicia que el volumen depositado sea considerable y de una consistencia más bien ligera, por no decir escasa, con lo que si algo era de obligado cumplimiento es que el orinal debía estar completamente en contacto con mis nalgas para evitar un esparcimiento no deseado de la materia fecal por todo el baño.
Ya estaba pensando en suscribir un seguro médico particular y que me hicieran una endoscopia de las de toda la vida cuando vía a mi derecha una posible solución: el bidé. El bidé es ese componente del servicio que uno no sabe por qué está, pero que si no lo tiene lo reclama, porque da categoría. Luego no se utiliza en la vida, o casi nunca. Al menos cuando yo compré el piso era así. Bueno, pues por fin le encontré utilidad al bidé, le levanté la tapa –el mío la tiene- e introduje dentro el orinal. Cabía la perfección, la postura era cómoda como en el retrete original, y no había riesgo de que nada se saliera de su sitio.
A dormir, que mañana nos espera la aventura de recoger la primera muestra.
Ya por la mañana noto que algo no va como debiera, los nervios de saber lo que me espera hacen que mi intestino se declare en paro. He desayunado con mi hijo y mi señora como siempre, he despedido al chico cuando se ha ido al instituto como siempre, y ahora mi intestino tendría que estar exigiéndome el acudir de manera urgente al retrete, como siempre, pero no. La pesadez del vientre la tengo, pero como que no hay desplazamiento vertical hacia abajo.
Mi mujer no deja de preguntarme si ya lo voy a hacer, o si voy a esperar, o por qué no he ido ya al baño si siempre voy temprano. Y ahí creo que está la clave, porque en cuanto ella se ausenta para hacer unas compras y me quedo tranquilo y solo en casa todo mi cuerpo toma vida de manera autómata y mi intestino llama a las puertas de mi trasero para que vaya buscando una localización donde evacuar porque esto llega de manera imparable.
No te pongas nervioso que es peor.
Lo primero al retrete, después comprobar que el orinal está en su sitio, desprecintar el primer bote y colocar encima el primer palo, sentarse sobre el orinal y dejar que todo siga su curso...
Una vez terminado hay que coger la muestra. Como hasta que no acabe con todo es como sin hubiera tirado de la cadena, el olor que inunda todo el baño es nauseabundo, como no podría ser de otra manera. Esto hay que solucionarlo porque si no mi mujer me va a encontrar desmayado junto al orinal y sin haber cogido la muestra, que al fin y al cabo es de lo que se trata. Me viene a la memoria lo que un policía municipal me contó una vez cuando tienen que enfrentarse a casos en los que el olor puede representar una barrera, y él lo solucionaba poniéndose un poco de Vics Vaporub bajo los orificios nasales de tal manera que sólo hueles a eucalipto. Lo probé y funciona!
Ahora manos a la obra, bueno, manos mejor que no. Con mucho cuidado cogí parte de lo depuesto del orinal y lo dejé dentro del bote. Teniendo en cuenta que soy miope y tengo una tendencia natural hacia la torpeza, el cuidado que puse fue extremo, porque lo último que quería es que un movimiento en falso convirtiera el palo en una improvisada catapulta con nefastas consecuencias. Después lo cerré, lo envolví en papel aluminio, lo enumeré con el 1, lo introduje en el tuper, metí el tuper dentro de una bolsa de plástico y ésta dentro de la nevera. Volví al baño y envolví el palo con papel higiénico y luego con la bolsa del bote y luego con más papel de aluminio, lavé el orinal y lo dejé dentro del bidé para la siguiente entrega, tiré el palo, me volví a lavar las manos –como la 7ª vez desde que me limpié el trasero- y respiré aliviado. Por fin! Aún quedaban dos muestras, pero la peor es la primera. Las otras, con la seguridad de lo conocido, fueron pan comido. “Pan comido” no es una expresión muy acertada teniendo en cuenta el tema a tratar pero vosotros me entendéis.
Hasta pronto amigos

P.D. Hoy sólo veo esta foto como ilustración de la entrada.

Sí, es el sombrero de un picador. A buen entendedor...

jueves, 5 de abril de 2012

ORNITORRINCO DEL DESIERTO


Nuestro querido Paco, el Sr. Ornitorrinco, se va al desierto, a conquistar el Maratón de Sables, como ya en su día hiciera otro ilustre bloguero/corredor del Somontano, Javier Subías. Y es seguro que saldrá vencedor de su reto.
Con Paco he compartido algunos entrenos, alguna carrera y alguna cena y puedo asegurar sin temor a equivocarme que, por encima del gran deportista que sin duda es, todavía es más grande su humanidad y bonhomía.
Yo lo he podido constatar porque le he hecho varias caricaturas y siempre me ha respondido con una sonrisa y valorando la dificultad de mi “trabajo”. 
Como Ultramarathor
Cuando llegó a los 3000 km en 2011
Incluso cuando anunció que estaba inscrito en Sables le tuneé un porsche para “facilitarle” la travesía y lo agradeció publicándolo en su blog.
El Porsche 912 Desert
Si algo admiro de Paco es su discreción y su saber estar sin hacer ruido y sin querer destacar por encima de nada ni de nadie. Para el Maratón de Sables ha recibido los ánimos de todos los que le conocemos y Javi Su le ha dado consejos muy valiosos desde su anterior experiencia tanto en alimentación como en equipación. Y en este último punto es donde esta excesiva discreción de Paco puede no favorecerle demasiado, porque cuando he visto el atuendo principal que llevará, pues no sé si será el adecuado y tampoco sé que habrá dicho Javi Su al respecto, porque está bien integrarse con la población circundante cuando uno emprende una aventura de este calibre, pero creo sinceramente que esta vez ha exagerado con lo de pasar desapercibido.
Está imponente pero no sé yo si le irá bien para correr
Aún así desde mi humilde blog le deseo toda la suerte que necesite para salir airoso de este nuevo reto que va a iniciar.
¡Adelante, campeón!
Hasta pronto amigos.


P.D. ¿Dónde he oído yo, o he leído algo acerca de que Presi Torres e Iván Ballabriga han sido confundidos con miembros de la Benemérita?



¿Quién se extraña de que los confundan?